jueves, 17 de mayo de 2007

Breve introducción al submundo de las oficinas de arquitectos


Empecemos por el principio: ¿De qué se trata esta faramalla?

La cosa es simple de contar, difícil de vivir y aún más difícil de cambiar.

Existen arquitectos que tienen sus oficinas. La mayoría de ellos son honestos (¡¡Recáspita!! ¡¡Soy políticamente correcto por fin!!), algunos se aprovechan cuando la oportunidad les golpea la cabeza por atrás y unos pocos, son unos soberanos hijoputas del plotter.

A nuestros treinta y tantos años, y luego de haber conocido y trabajado con varios de estos parias, los dos creadores de este pasquín digital, hemos decidido tomar el toro por los cuernos y darle vueltas la cabeza para que muera lenta y dolorosamente... en la medida de lo posible.

La idea es simple. Este cúmulo de letras pretende ir contando cómo se han aprovechado de nosotros sistemáticamente, poniendo en evidencia a los cuasi-delincuentes con nombres y apellidos para que, de una buena vez, nos veamos las caras y sepamos quién nos contrata.

Es aquí donde entras tú.
Si, TU, leyendo esto inocentemente, también has sido explotado. Ha bebido el dulce nectar de tu sangre algun vampirillo por ahí, por unos pocos duros (como diría mi prima española), ha llenado sus bolsillos con tu trabajo y no te ha pagado nada, te ha hecho trabajar de corrido durante meses sin pagar las horas extras, te han mantenido años sin contrato y, cuando lo has pedido, te han señalado con desdén la fila de sujetos dispuestos a ocupar tu lugar mientras te ofrecen silencio y gestos odiosos.

Tu, ahora, puedes contar tu historia aquí, en cualquier minuto, con lujo de detalles, con nombres y apellidos, con fotos si quieres.

Basta de boletas.

Basta de insultos.

Basta de explotación.

Esto no es un manifiesto político, de hecho, esto es una expresión del mercado más infesto y sus medios de control. Esto es el poder de los empleados furiosos... ESTO ES ESPARTAAAAA!!!!

Perdón, me emocioné un poco.

La idea es que escribas tus malas experiencias, nos cuentes, nosotros las revisaremos y publicaremos tan rápido como podamos y seremos tan fieles como podamos.

¿Reglas? unas pocas:

1. Nada de coprolalia. NADA. Aquí se viene a hablar bien, asique el primer chuchesumare que tire una chuchá, se me va de patá en el culo p'a su mierdosa casa con su cagona historia. ¿Quedó claro?
2. Las historias buscarán objetividad, explicando los hechos sin animadversiones.
3. El autor de cada historia deberá identificarse con un seudónimo, NUNCA CON SU NOMBRE PROPIO.
4. La historia deberá ser contada con sentido del humor. Está bien que seamos gente seria de día, pero no es necesario ser graves.

La infracción de las reglas será sancionada con la exposición pública del autor y, creannos, los conocemos y... aquí no se mueve un pixel sin que nosotros lo sepamos.

Ahora:

¡ ¡ ¡ E S C R I B E , M A L D I C I Ó N ! ! !

P.D.: Eviten los comentarios del tipo "que bonita idea", porque ni siquiera lo vamos a leer.